miércoles, 23 de marzo de 2011

salmos

Me diste alivio en la angustia4:1 Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda.
Salmo de David.
4:2 Respóndeme cuando te invoco, Dios, mi defensor,
tú, que en la angustia me diste un desahogo:
ten piedad de mí y escucha mi oración.
4:3 Y ustedes, señores,
¿hasta cuando ultrajarán al que es mi Gloria,
amarán lo que es falso
y buscarán lo engañoso?
4:4 Sepan que el Señor hizo maravillas por su amigo:
él me escucha siempre que lo invoco.
4:5 Tiemblen, y no pequen más;
reflexionen en sus lechos y guarden silencio,
4:6 ofrezcan los sacrificios que son debidos
y tengan confianza en el Señor.
4:7 Hay muchos que preguntan:
"¿Quién nos mostrará la felicidad,
si la luz de tu rostro, Señor,
se ha alejado de nosotros?"
4:8 Pero tú has puesto en mi corazón más alegría
que cuando abundan el trigo y el vino.
4:9 Me acuesto en paz y en seguida me duermo,
porque sólo tú, Señor, aseguras mi descanso

1 Del maestro de coro. Para flautas. Salmo de David.
5:2 Señor, escucha mis palabras,
atiende a mis gemidos;
5:3 oye mi clamor, mi Rey y mi Dios,
porque te estoy suplicando.
5:4 Señor, de madrugada ya escuchas mi voz:
por la mañana te expongo mi causa
y espero tu respuesta.
5:5 Tú no eres un Dios que ama la maldad;
ningún impío será tu huésped,
5:6 ni los orgullosos podrán resistir
delante de tu mirada.
Tú detestas a los que hacen el mal
5:7 y destruyes a los mentirosos.
¡Al hombre sanguinario y traicionero
lo abomina el Señor!
5:8 Pero yo, por tu inmensa bondad,
llego hasta tu Casa,
y me postro ante tu santo Templo
con profundo temor.
5:9 Guíame, Señor, por tu justicia,
porque tengo muchos enemigos:
ábreme un camino llano.
5:10 En su boca no hay sinceridad,
su corazón es perverso;
su garganta es un sepulcro abierto,
aunque adulan con la lengua.
5:11 Castígalos, Señor, como culpables,
que fracasen sus intrigas;
expúlsalo por sus muchos crímenes,
porque se han rebelado contra ti.
5:12 Así se alegrarán los que en ti se refugian
y siempre cantarán jubilosos;
tú proteges a los que aman tu Nombre,
y ellos se llenarán de gozo.
5:13 Porque tú, Señor, bendices al justo,
como un escudo lo cubre tu favor.
Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda.
En octava. Salmo de David.
6:2 Señor, no me reprendas por tu enojo
ni me castigues por tu indignación.
6:3 Ten piedad de mí, porque me faltan las fuerzas;
sáname, porque mis huesos se estremecen.
6:4 Mi alma está atormentada,
y tú, Señor, ¿hasta cuándo...?
6:5 Vuélvete, Señor, rescata mi vida,
sálvame por tu misericordia,
6:6 porque en la Muerte nadie se acuerda de ti,
¿y quién podrá alabarte en el Abismo?
6:7 Estoy agotado de tanto gemir:
cada noche empapo mi lecho con llanto,
inundo de lágrimas mi cama.
6:8 Mis ojos están extenuados por el pesar
y envejecidos a causa de la opresión.
6:9 Apártense de mí todos los malvados,
porque el Señor ha oído mis sollozos.
6:10 El Señor ha escuchado mi súplica,
el Señor ha aceptado mi plegaria.
6:11 ¡Que caiga sobre mis enemigos
la confusión y el terror,
y en un instante retrocedan avergonzados

2 Señor, Dios mío, en ti me refugio:
sálvame de todos los que me persiguen;
7:3 líbrame, para que nadie pueda atraparme
como un león, que destroza sin remedio

Acción de gracias por la justicia de Dios9:2 Te doy gracias, Señor, de todo corazón
y proclamaré todas tus maravillas.
9:3 Quiero alegrarme y regocijarme en ti,
y cantar himnos a tu Nombre, Altísimo.
9:4 Cuando retrocedían mis enemigos,
tropezaron y perecieron delante de ti,
9:5 porque tú defendiste mi derecho y mi causa,
sentándote en el trono como justo Juez.
9:6 Escarmentaste a las naciones,
destruiste a los impíos
y borraste sus nombres para siempre;
9:7 desapareció el enemigo: es una ruina irreparable;
arrasaste las ciudades, y se perdió hasta su recuerdo.
9:8 Pero el Señor reina eternamente
y establece su trono para el juicio:
9:9 él gobierna al mundo con justicia
y juzga con rectitud a las naciones.
9:10 El Señor es un baluarte para el oprimido,
un baluarte en los momentos de peligro.
9:11 ¡Confíen en ti los que veneran tu Nombre,
porque tú no abandonas a los que te buscan!
9:12 Canten al Señor, que reina en Sión,
proclamen entre los pueblos sus proezas.
9:13 Porque él pide cuenta de la sangre,
se acuerda de los pobres y no olvida su clamor.
9:14 El Señor se apiadó de mí, contempló mi aflicción;
me tomó y me alzó de las puertas de la Muerte,
9:15 para que pudiera proclamar sus alabanzas
y alegrarme por su victoria en las puertas de Sión

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